Para empezar, el concepto, ¿Cuál es la definición que se esconde detrás de la terminología de niño salvaje?
Los niños salvajes o ferales son un constante en la historia, apareciendo por primera vez en la mitología griega. Son acuñados con el término de niños salvajes ya que una vez que son encontrados son más semejantes a "fieras" que a seres humanos.
Por lo que se pueden considerar como niños que han crecido fuera de la sociedad y sin la supervisión, ni contacto de los seres humanos. Pueden vivir solos o por el contrario haberse desarrollado en un entorno junto con otros animales. En la mayoría de los casos han sido abandonados durante el comienzo de su infancia.
Poseen características muy diferenciadas a los seres humanos entre las que se encuentran las siguientes, empezando porque no han tenido ninguna clase de estimulación social por lo que se asemejan a animales. También carecen de habilidades comunicativas debido a que nunca han desarrollado el lenguaje, una habilidad esencial en el ser humano.
Otras características destacadas son la posesión de una visión, audición y olfato muy desarrollados, respecto al tacto no tienen ningún tipo de sensibilidad respecto al frío, calor o lluvia, entre otras. Y su gusto depende según el entorno o con los animales con los que se hayan criado. Además suelen imitar y repetir las conductas de los animales con los que han convivido.
De lo que no hay duda es que han sido siempre un motivo de investigación y curiosidad llamando la atención de numerosos investigadores, no solo por las propias características notablemente distintas a las propias de un ser humano, sino también, por la improbable posibilidad de encontrarse con un caso como estos. Ya que hay poco más que cien casos registrados a lo largo de la historia.
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