A finales del siglo VXIII, fue hallado un niño salvaje de diez años en Francia, en el área de Aveyron. Este fue encontrado por tres cazadores en el año 1799, quienes lo encontraron desnudo, sucio y lleno de magulladuras. Además hacía sonidos que eran incomprensibles y actuaba de una forma feroz, mordiendo y arañando.
El niño ya había sido avistado varias veces recogiendo tubérculos y bellotas, pero hasta ese día no lo habían visto tan cerca. Cuando lograron capturarlo, lo llevaron a una cabaña de una señora viuda cerca de donde ella vivía. Sin embargo tras una semana logró escapar y regresó a las montañas, pasando allí un duro invierno.
Durante ese periodo de tiempo, el niño bajaba a los alrededores de un pueblo para buscar comida, pero de noche se ocultaba. En una de estas veces, se metió por alguna razón en una casa que estaba abandonada, siendo así capturado de nuevo.
Llevaron al pequeño salvaje al hospital Saint-Afrique y después al de Rodez. En los siguientes meses el niño seguía comportándose de forma salvaje y no como un humano que es lo que realmente era.
Más tarde fue trasladado a París. Allí muchas personas le estudiaron y llegaron a la conclusión de que era un deficiente mental, sin embargo el médico y pedagogo Jean Marc Gasspard Itard creía que podía civilizarse, por lo que se hizo cargo de él. Este escribió dos memorias de sus estudios, con todos los datos recogidos sobre la experiencia con el niño de Aveyron, al que llamó Víctor.
Los cuidados que Víctor recibía, hicieron que progresara principalmente en su estado físico y su sociabilidad. Aún con todos los cuidados Itard no pudo lograr que el niño consiguiese hablar ni a comportarse civilizadamente.
Finalmente, Itard terminó por darse por vencido y Víctor se trasladó a vivir con la médica Guérin. Años después varias personas dijeron que apenas había experimentado ninguna mejoría desde que había llegado. Con aproximadamente 40 años Víctor murió de una enfermedad, aunque se cuenta que fue debido a la tristeza de añorar la libertad junto con la naturaleza.
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